Hay un viejo dicho español: Nadie sabe para quien trabaja que refleja la incertidumbre de que ninguno de nosotros podemos estar seguros de quien se beneficiará por nuestro esfuerzo. Con clásicos ejemplos como el responsable y sacrificado de otros que vive frugalmente para dejar quienes al recibirlo lo despilfarran e incluso los bienes con tanto esfuero acumulados terminan en manos de los enemigos de quién se los ganó con empeño y sacrificio.