El Fosse Dionne, ubicado en el corazón del pueblo de Tonnerre en Borgoña, es un pozo de notable misterio y significado histórico. Una vez utilizado como piscina pública, hoy es un destino turístico popular debido a su enigma y a su importancia arqueológica. Según la tradición local, el pozo fue conocido y utilizado desde tiempos romanos, quienes lo consideraban un lugar adecuado para la construcción de asentamientos. Los celtas también dejaron su huella, venerando el agua del pozo como una fuente sagrada durante siglos.
A pesar de su belleza y valor histórico, el Fosse Dionne ha cobrado fama por su profundidad desconocida y su peligro inherente. En 1974, un equipo de buzos expertos perdió la vida tratando de explorar sus misteriosas profundidades, un incidente que ha añadido aún más al aura de misterio que rodea al lugar. Años después, en 1996 y nuevamente en 2018, se realizaron intentos fallidos por alcanzar el fondo del pozo, revelando solo hasta donde 70 metros de profundidad debido a la complejidad de sus cuevas y pasajes estrechos.
Hoy en día, el Fosse Dionne continúa expulsando un flujo constante de agua, fluctuando desde 311 litros por segundo hasta 3,000 litros durante la temporada de lluvias.
